Seguiremos buscando perros de piedra por los jardines.
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Existen más de 130 especies de crásulas. Tienen las hojas gruesas que les sirven como reserva de agua para las largas y secas estaciones del desierto, su habitat natural, y deben estar expuestas al sol directo. Algunas especies tienen flores blancas o rosas en primavera. Como planta de acento yo tengo esta variedad que creo es una "Crassulla Obovata".
HEPATICA
Del género de hierbas vivaces (Ranunculáceas), las hepáticas tienen hojas perennes, gruesas, acorazonadas, formadas por tres lóbulos que recuerdan más o menos a los tres lóbulos del hígado humano (el nombre deriva del latín hepaticus, que significa hígado). Crecen en bosques abiertos y florecen al principio de la primavera. Para los bonsái también son plantas invasivas y que conviene no tener en la misma maceta; mejor en maceta aparte y sola.
Es una planta que adopta la forma de rosetas de hasta 8 cm de diámetro, al final de los cuales aparecen los retoños, en gran número. La roseta es de color blanquecino o verdoso y está recubierta de una sustancia impermeable llamada pruina. Sus hojas son ovales, cóncavas, carnosas y acaban en un pico no muy acentuado.
MUSGO DE FIBRA CORTA o común.
Los musgos se encuentran principalmente en áreas húmedas y de luz y es difícil de mantener lejos de esas características. En el norte de España es relativamente fácil mantener el musgo en las macetas debido a los índices altos de humedad y es fácil reproducirlo usando yogurt o moliendo y luego plantando el propio musgo..
MUSGO SPHAGNUM
Es un tipo de musgo de fibra larga. El tejido foliar tiene numerosas células vacías que almacenan agua. Tampoco es aconsejable colocarlo en la misma maceta de los bonsái, pues puede competir con las raíces del bonsái. Yo lo uso para los acodos de ramas, pues mantiene muy bien la humedad y hace que se generen y desarrollen muy bien las raices.
HELECHO (Pteridium aquilinum)
Se dan en bosques umbrosos y matorrales de zonas lluviosas y de terrenos más bien pobres en bases. Como los musgos, precisan agua para reproducirse, puesto que los gametos masculinos tienen que desplazarse nadando hasta los gametos femeninos. Esto es debido a que, como sucede en los musgos, no tienen flores y, por lo tanto, no pueden producir polen. Si no se les deja crecer mucho son plantas muy bonitas como acompañamieno.
Por mi parte, estoy tratando de hacer un jardín en gris, verde y blanco. Es un experimento que espero ardientemente que resulte exitoso, aunque lo dudo. Las mejores ideas de uno rara vez alcanzan las expectativas previstas en la práctica, en especial en jardinería, donde todo queda tan bien sobre el papel y en los catálogos, pero fracasa del modo más lamentable cuando lo pasas al terreno. Aún así, uno tiene esperanza.
MESA PARA TRABAJAR BONSAI
Aprovechando una silla vieja de oficina y una tabla vamos a hacer una mesa para poder trabajar nuestros bonsái.
Quitamos el respaldo y dejamos la base de la silla la cual atornillamos a una tabla cuadrada de aproximadamente de 60 x 60 cm. Esto es para poder trabajar arboles con maceta grande o formaciones de bosques.
Una vez unido nos queda algo así
Aquí con un prebonsai de higuera.
INVERNADERO CASERO
Y aquí está acabado y listo para usarse.
Recomendaciones:
La caja es mejor que sea de cartón duro, de esas que tienen dos capas de cartón. El plástico transparente que no sea muy gordo ni muy fino, término medio. Es recomendable usar cinta aislante para pegar a los cantos de cartón el plástico. La "puerta" del invernadero debe dejarse de tal manera que podamos abrirla y cerrarla para poder meter los bonsái. Pueden abrirse unos respiraderos en el plástico para que la temperatura interior no suba mucho.
CESTITAS PORTA-ABONO
Cuando fertilizamos el bonsái podemos hacerlo con abono líquido o sólido. El líquido normalmente es químico y yo prefiero usar uno orgánico. La ventaja del abono orgánico es que aunque te pases en la dosificación recomendada por el fabricante las raíces solo van a absorber lo que necesiten, con el químico corremos el riesgo de quemar la planta si obramos por exceso.
Yo habitualmente uso un orgánico japonés llamado biogold. Son bolitas de liberación lenta que a medida que vamos regando se van deshaciendo y la planta va absorbiendo los nutrientes. La composición es: 5,5% nitrógeno, 6,5% fósforo, 3,5% potasio, además de otros micronutrientes, y se recomienda una bolita por cada centímetro de longitud de maceta (en macetas circulares una bolita por cada centímetro de diámetro).
Pues bien para que las bolitas no queden en el sustrato sueltas a merced del viento, utilizo la siguiente técnica donde necesitamos: malla plástica de las usadas en cerramiento y de venta en cualquier ferretería y cincha fina de plástico.
Se trata de cortar según el tamaño que necesitemos dejando los salientes de plástico en uno de los lados. Luego la cincha hará el trabajo de sujetar la malla en forma circular. Los salientes de plástico anteriores irán "pinchados" al sustrato para su fijación y a partir de ahí ya pueden depositarse las bolitas de abono.
Así queda una vez hechas las anteriores operaciones y ya con las bolitas de abono colocadas. Las cestitas pueden hacerse del tamaño que queramos o necesitemos.